El Oxigeno en la Cosmetica
Mientras
que el oxígeno como terapia médica en caso de carencia aguda o crónica de tal
sustancia ha dado buenos resultados, su utilización en la cosmética sigue
suscitando polémica. El
autor del siguiente artículo ha elegido dos de los procedimientos existentes
para explicar el empleo del oxígeno o de sus compuestos en la cosmética.
Trás
los éxitos conseguidos con las terapias de oxígeno en la medicina, el
tratamiento de oxígeno ha hecho su entrada en la cosmética. Además
de las formas gaseosas del oxígeno, como por ejemplo el oxígeno molecular
(O2), también se emplean compuestos de oxígeno (por ejemplo aceites
peroxidados). Con
el nombre de oxígeno activo se suele denominar al ozono (O3) o a compuestos de
oxígeno con mayor capacidad de reacción que la del oxígeno molecular.
Bases
fisiológicas
El
oxígeno es esencial para la producción de energía. Sólo disponiendo de una
oferta óptima de oxígeno nuestro organismo puede aprovechar el aporte de energía
de las sustancias nutritivas, como los hídratos de carbono, las grasas y las
proteínas.
Para
todos y cada uno de los fenómenos vitales se requiere energía. El lugar del
organismo donde se produce la energia es la célula. El
oxígeno es aprovechado durante la oxidación biológica, la llamada
“respiración celular”, que origina subproductos como el agua (H²0), el dióxido
de carbono (CO2) y otros.
Cada
célula, y por lo tanto también cada célula cutánea, tiene que producir su
propia energía, necesitando por ello continuamente de la presencia de oxígeno.
Nuestro organismo no puede almacenar el oxígeno ni producirlo.
En
la Tierra abunda el oxígeno. Sin
embargo, nosotros sólo podemos aprovechar el oxígeno contenido en el aire que
nos rodea. Este
aire contiene en todo el mundo aproximadamente un 20 % de oxígeno.
La
clase de oxígeno presente en el aire es básicamente el oxígeno molecular (02) :
un gas incoloro, inodoro e insípido. También se dan cantidades ínfimas de oxígeno
de un solo atómo (0), de oxígeno ionizado y de ozono (03).
La
absorción del oxígeno, en un 90 %, se realiza a través de la respiración
pulmonar. La
presión del oxígeno (p0²) desempeña un papel esencial en la absorción de
dicha sustancia.
Cosmetología
Mediante
la difusión el 02 pasa a la sangre disolviéndose primero, mediante un proceso
físico, en el plasma sanguíneo para adherirse a continuación a la hemoglobina
(sustancia colorante de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno).
El
transporte del oxígeno a través del organismo es realizado por la circulación
sanguínea. El medio de transporte es la propia sangre. La mayor o menor
capacidad de transporte de oxígeno depende de la hemoglobina. Dicha capacidad
puede incrementarse a través de estancias en alta montaña.
A
través de las ramificaciones más finas de los vasos sanguíneos, los
capilares, el oxígeno llega a las células. Ni todas ellas están conectadas
directamente a un capilar ni todos los órganos reciben la misma cantidad de
sangre y, con ello, de oxígeno. La única forma física en que puede llegar el
oxígeno a la célula es el valor de la presión de oxígeno de la sangre
capilar. Estando en reposo, el organismo consume unos 360 litros de O2 al día,
lo que equivale a unos 500 gramos.
Múltiples
fenómenos pueden perturbar el suministro de oxígeno a los tejidos. En medicina
ya hace tiempo que se está aplicando con éxito el oxígeno en caso de falta
aguda o crónica de dicha sustancia (inhalación de 02 en las urgencias, terapia
de oxígeno a largo plazo, etc.).
Además
hay numerosos médicos que aplican el oxígeno en terapias más limitadas en el
tiempo, como por ejemplo la terapia multipasos de oxígeno del profesor Manfred
von Ardenne, de la que existen diferentes variantes, algunas de las cuales también
encuentran aplicación en el campo de la prevención de enfermedades. Nadie
discute que un exceso de oxígeno en circunstancias normales no aporta beneficio
alguno.
La
piel y el oxígeno
La
piel, como órgano de mayor extensión del organismo, cuenta con una buena
irrigación sanguínea. Esto se debe sobre todo a su función reguladora de la
temperatura.
El
lugar de la aplicación de la mayor parte de los cosméticos, la epidermis, no
cuenta con una estructura propia de vasos, por lo tanto no está conectada de
forma directa a la red capilar del organismo. Recibe el oxígeno a través de
los capilares situados en la dermis. Una eventual falta de oxígeno en la dermis
repercutiría necesariamente en la epidermis. La epidermis es capaz de absorber
el oxígeno del aire que la rodea. Asimismo puede expulsar el C02 generado
durante el metabolismo.
La
presión del oxígeno dentro del aire, la pO2, desempeña un papel decisivo en
la absorción del oxígeno del aire, por lo que un aumento de la concentración
de oxígeno en dicho medio puede mejorar la absorción, como pudo demostrarse
aplicando oxígeno concentrado (90 %) en cabinas de baño.
En
total, hay que calificar de escasa la absorción del oxígeno del aire a través
de la epidermis, (aproximadamente entre el 0,9 y el 1 por ciento). Todo tipo de
ropa constituye una barrera para la difusión del oxígeno.
Los
fisiólogos insisten una y otra vez en que no existen estados de carencia de oxígeno
en la piel, alegando como pruebas entre otros fenómenos los siguientes: el
ambiente enrarecido de oxígeno al que está sometido el feto durante su vida
intrauterina no tiene efectos perjudiciales para su piel. Tampoco lo tiene el
menor valor de la pO2 en las regiones altas del mundo (los Andes, el Tíbet)
sobre la piel de sus habitantes.
Dejemos
en tela de juicio si tiene sentido comparar la piel del feto, que flota en el líquido
amiótico, con la de los adultos. De los efectos de aclimatización, como el
aumento de hemoglobina, que se dan en el organismo al encontrarse a grandes
alturas, ya hemos hablado antes.
No
obstante, a través de mediciones transcutáneas quedó demostrada la
posibilidad de carencias locales de oxígeno en la piel.
Aún
más importante parece, sin embargo, el hecho de que la incorporación del oxígeno
o de compuestos de oxígeno en el tratamiento cosmético ha dado como resultado
un aspecto mejorado de la piel.
Técnicas
de oxígeno escogidas
La
utilización de oxígeno en la cosmética ya ha dejado de ser una novedad. En la
aplicación de algunos procedimientos ya se cuenta con varios años de
experiencia. En principio, lo que se persigue en todods ellos es reforzar la vía
natural de abastecimiento de oxígeno. Ocupan un puesto destacado los métodos
que pretenden incrementar la aportación de oxígeno desde el exterior, lo que
puede conseguirse de dos maneras:
-
Rociando
o vaporizando sobre la piel o determinadas áreas de la piel unas mezclas de oxígeno
con agentes activos, de oxígeno con ozono o de oxígeno con ácido carbónico.
-
Aplicando
emulsiones elaboradas con oxígeno en forma de compuestos químicos o con los
llamados compuestos de oxígeno activo.
Procedimiento
consistente en la vaporización de oxígeno molecular
Tras
un tratamiento preparatorio, se utiliza el oxígeno concentrado (al 90%) como
medio transmisor de selectos agentes activos que se encuentran en una solución
acuosa o microemulsión. Mediante un aparato especial se consigue pulverizar al
máximo la emulsión, que adquiere así la forma ideal para ser aplicada
directamente a la cara y al escote. El chorro de oxígeno del pulverizador
presenta una ligera sobrepresión de aproximadamente 1 bar, lo que fomenta aún
más la absorción del oxígeno contenido en la emulsión pulverizada a través
de la piel. El alto contenido en oxígeno de la emulsión pulverizada hace
La
aplicación de emulsiones saturadas de oxígeno
Se
ha podido demostrar que el uso regular de las emulsiones saturadas en oxígeno
hace que aumente la pO2 de la piel y mejoren su irrigación y su estructura.
Todavía no se ha podido resolver del todo la cuestión de sí el oxígeno es
absorbido directamente por la epidermis o si los componentes saturados de oxígeno
llegan hasta la dermis para mejorar desde allí el abastecimiento de oxígeno de
la piel.
Se
ha demostrado que los oxígenos activos tienen un efecto positivo sobre la
circulación capilar.
¿Representa
el oxígeno algún peligro?
También
en la cosmetología surge la cuestión de los riesgos causados por una mayor
presencia de radicales de oxígeno. En general puede decirse que en el
metabolismo normal, en el que interviene el O2, entre un 3 y un 5 por ciento del
oxígeno absorbido es transformado en radicales de oxígeno.
Estos
procesos son normales y vitales, puesto que los radicales de oxígeno influyen
en el sistema inmunológico. Las células que forman parte de dicho sistema (células
asesinas, fagocitos) producen radicales de oxígeno para liquidar por ejemplo a
las bacterias o las sustancias extrañas. Es cierto que los tratamientos con oxígeno,
como también otras situaciones en las que se aumenta la transformación de
energía (por ejemplo el deporte o la exposición a los rayos ultravioletas),
conllevan un mayor
Las
vitaminas A, C y E, el magnesio, el cinc, el selenio y el carnitino-L actpuan
como “cazadores de radicales”, protegiendo a las células o antioxidantes.
Forman ya parte de la mayoría de los tratamientos con oxígeno y se
administranb por ejemplo como complemento alimentício o por vía tópica en
forma de productos cosméticos.